lunes, diciembre 28, 2009
domingo, diciembre 27, 2009
PLEITO DE AMAR Y QUERER
PLEITO DE AMAR Y QUERER
Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.
Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.
Pero es que no da lo mismo…
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.
Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.
Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.
¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?
No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.
¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.
Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.
Si querer es con la uña
donde amar es con la yema.
Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.
Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay un desfile,
y en querer hay más batalla.
Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz.
Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.
Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.
Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar;
es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;
es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si Ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;
es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;
es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida;
es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.
Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.
Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.
No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.
Por eso, el estarte amando,
Si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando.
y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.
Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.
Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"
que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;
que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.
Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,
y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino;
y sí el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicio humanos
en comisión de justicia.
Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.
Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.
Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.
Andrés Eloy Banco
Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.
Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.
Pero es que no da lo mismo…
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.
Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.
Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.
¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?
No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.
¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.
Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.
Si querer es con la uña
donde amar es con la yema.
Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.
Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay un desfile,
y en querer hay más batalla.
Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz.
Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.
Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.
Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar;
es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;
es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si Ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;
es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;
es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida;
es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.
Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.
Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.
No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.
Por eso, el estarte amando,
Si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando.
y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.
Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.
Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"
que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;
que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.
Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,
y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino;
y sí el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicio humanos
en comisión de justicia.
Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.
Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.
Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.
Andrés Eloy Banco
miércoles, diciembre 23, 2009
Latif.
Latif era el pordiosero más pobre de la aldea.
Cada noche dormía en el zaguán de una casa diferente, frente a la plaza central del pueblo.
Cada día se recostaba debajo de un árbol distinto, con la mano extendida y la mirada perdida en sus pensamientos.
Cada tarde comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba.
Sin embargo, a pesar de su aspecto y de la forma de pasar sus días,
Cada día se recostaba debajo de un árbol distinto, con la mano extendida y la mirada perdida en sus pensamientos.
Cada tarde comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba.
Sin embargo, a pesar de su aspecto y de la forma de pasar sus días,
Latif era considerado por todos, el hombre más sabio del pueblo, quizás no tanto por su inteligencia, sino por todo aquello que había vivido.
Una mañana soleada el rey en persona apareció en la plaza.
Una mañana soleada el rey en persona apareció en la plaza.
Rodeado de guardias caminaba entre los puestos de frutas y baratijas buscando nada.
Riéndose de los mercaderes y de los compradores, casi tropezó con Latif, que dormitaba a la sombra de una encina.
Alguien le contó que estaba frente al más pobre de sus súbditos, pero también frente a uno de los hombres más respetados por su sabiduría.
El rey, advertido, se acercó al mendigo y le dijo:
'Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro.'
Latif lo miró, casi despectivamente, y le dijo:
'Puedes quedarte con tu moneda, para qué la querría yo? ¿Cuál es tu pregunta?
Y el rey se sintió desafiado por la respuesta y en lugar de una pregunta banal, se despachó con una cuestión que hacía días lo angustiaba y que no podía resolver.
Riéndose de los mercaderes y de los compradores, casi tropezó con Latif, que dormitaba a la sombra de una encina.
Alguien le contó que estaba frente al más pobre de sus súbditos, pero también frente a uno de los hombres más respetados por su sabiduría.
El rey, advertido, se acercó al mendigo y le dijo:
'Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro.'
Latif lo miró, casi despectivamente, y le dijo:
'Puedes quedarte con tu moneda, para qué la querría yo? ¿Cuál es tu pregunta?
Y el rey se sintió desafiado por la respuesta y en lugar de una pregunta banal, se despachó con una cuestión que hacía días lo angustiaba y que no podía resolver.
Un problema de bienes y recursos que sus analistas no habían podido solucionar.-
La repuesta de Latif fue justa y creativa.-
El rey se sorprendió; dejó su moneda a los pies del mendigo y siguió su camino por el mercado, meditando sobre lo sucedido.-
Al día siguiente el rey volvió a aparecer en el mercado.
Ya no paseaba entre los mercaderes, fue directo a donde Lafit descansaba, esta vez bajo un olivar.
Otra vez el rey hizo una pregunta y otra vez Latif la respondió rápida y sabiamente.
El soberano volvió a sorprenderse de tanta lucidez.
Con humildad se quitó las sandalias y se sentó en el suelo frente a Latif.
'Lafit te necesito, le dijo. "Estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar".
No quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal soberano.
La repuesta de Latif fue justa y creativa.-
El rey se sorprendió; dejó su moneda a los pies del mendigo y siguió su camino por el mercado, meditando sobre lo sucedido.-
Al día siguiente el rey volvió a aparecer en el mercado.
Ya no paseaba entre los mercaderes, fue directo a donde Lafit descansaba, esta vez bajo un olivar.
Otra vez el rey hizo una pregunta y otra vez Latif la respondió rápida y sabiamente.
El soberano volvió a sorprenderse de tanta lucidez.
Con humildad se quitó las sandalias y se sentó en el suelo frente a Latif.
'Lafit te necesito, le dijo. "Estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar".
No quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal soberano.
Te pido que vengas al palacio y seas mi asesor.
Te prometo que no te faltara nada, que serás respetado y que podrás partir cuando quieras... por favor.-Por compasión, por servicio o por sorpresa, el caso es que Latif, después de pensar unos minutos, aceptó la propuesta del rey. Esa misma tarde llegó Latif al palacio, en donde inmediatamente le fue asignado un lujoso cuarto a escasos doscientos metros de la alcoba real.
En la habitación, una tina de esencias y con agua tibia lo esperaba. Durante las siguientes semanas las consultas del rey se hicieron habituales.
Todos los días, a la mañana y a la tarde, el monarca mandaba llamar a su nuevo asesor para consultarle sobre los problemas del reino, sobre su propia vida o sobre sus dudas espirituales...
Latif siempre contestaba con claridad y precisión.-
El recién llegado se transformó en el interlocutor favorito del rey.-
A los tres meses de su estancia ya no había medida, decisión o fallo que el monarca no consultara con su preciado asesor.-
Puedes confirmarlo con tus propios ojos, dijeron todos. Cada tarde a eso de las cinco, Latif se escabulle del palacio hasta el ala Sur y en un cuarto oculto se reúne a escondidas, no sabemos con quién.-
En la habitación, una tina de esencias y con agua tibia lo esperaba. Durante las siguientes semanas las consultas del rey se hicieron habituales.
Todos los días, a la mañana y a la tarde, el monarca mandaba llamar a su nuevo asesor para consultarle sobre los problemas del reino, sobre su propia vida o sobre sus dudas espirituales...
Latif siempre contestaba con claridad y precisión.-
El recién llegado se transformó en el interlocutor favorito del rey.-
A los tres meses de su estancia ya no había medida, decisión o fallo que el monarca no consultara con su preciado asesor.-
Puedes confirmarlo con tus propios ojos, dijeron todos. Cada tarde a eso de las cinco, Latif se escabulle del palacio hasta el ala Sur y en un cuarto oculto se reúne a escondidas, no sabemos con quién.-
Le hemos preguntado a dónde iba alguna de esas tardes y ha contestado con evasivas.-
Esa actitud terminó de alertarnos sobre su conspiración.-
El rey se sintió defraudado y dolido.
El rey se sintió defraudado y dolido.
Debía confirmar esas versiones.
Esa tarde a las cinco, aguardaba oculto en el recodo de una escalera.
Desde allí vio cómo, en efecto, Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados y con la llave que colgaba de su cuello abría la puerta de madera y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.
'Lo visteis' gritaron los cortesanos, "lo visteis"?...
Seguido de su guardia personal el monarca golpeó la puerta.-
"¿Quién es?" dijo Latif desde adentro.-
Soy yo, el rey, dijo el soberano. "Ábreme la puerta."
Latif abrió la puerta.-
No había nadie allí, salvo Latif.-
Ninguna puerta, o ventana, ninguna puerta secreta, ningún mueble que permitiera ocultar a alguien.-
Sólo había en el piso un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo.-
'¿Estás conspirando contra mi Latif?' pregunto el rey...
'¿Cómo se te ocurre, majestad?' contesto Latif. 'De ninguna forma, ¿por qué lo haría?'
Pero vienes aquí cada tarde en secreto. ¿Qué es lo que buscas si no te ves con nadie? ¿Para qué vienes a este cuchitril a escondidas?'
Latif sonrió y se acercó a la túnica rotosa que pendía del techo.
Esa tarde a las cinco, aguardaba oculto en el recodo de una escalera.
Desde allí vio cómo, en efecto, Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados y con la llave que colgaba de su cuello abría la puerta de madera y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.
'Lo visteis' gritaron los cortesanos, "lo visteis"?...
Seguido de su guardia personal el monarca golpeó la puerta.-
"¿Quién es?" dijo Latif desde adentro.-
Soy yo, el rey, dijo el soberano. "Ábreme la puerta."
Latif abrió la puerta.-
No había nadie allí, salvo Latif.-
Ninguna puerta, o ventana, ninguna puerta secreta, ningún mueble que permitiera ocultar a alguien.-
Sólo había en el piso un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo.-
'¿Estás conspirando contra mi Latif?' pregunto el rey...
'¿Cómo se te ocurre, majestad?' contesto Latif. 'De ninguna forma, ¿por qué lo haría?'
Pero vienes aquí cada tarde en secreto. ¿Qué es lo que buscas si no te ves con nadie? ¿Para qué vienes a este cuchitril a escondidas?'
Latif sonrió y se acercó a la túnica rotosa que pendía del techo.
La acarició y le dijo al rey:
'Hace sólo seis meses cuando llegué, lo único que tenía eran esta túnica, este plato y esta vara de madera' dijo Latif.-
'Ahora me siento tan cómodo en la ropa que visto, es tan confortable la cama en la que duermo, es tan halagador el respeto que me das y tan fascinante el poder que regala mi lugar a tu lado...que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de QUIEN SOY Y DE DONDE VINE.
'Hace sólo seis meses cuando llegué, lo único que tenía eran esta túnica, este plato y esta vara de madera' dijo Latif.-
'Ahora me siento tan cómodo en la ropa que visto, es tan confortable la cama en la que duermo, es tan halagador el respeto que me das y tan fascinante el poder que regala mi lugar a tu lado...que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de QUIEN SOY Y DE DONDE VINE.
jueves, diciembre 10, 2009
lunes, diciembre 07, 2009
Convocatoria para casting de institucional para canal sony:
Convocatoria para casting de institucional para canal sony:
Jovenes (chicos y chicas) de 18 a 24 años con rasgos africanos que sean frescos, con habilidades artisticas o no
y con disponibilidad para realizar trabajos hasta el 15 de enero. Mandar foto y CV a joveneslamirada@gmail.com.
En el asunto del mail, deben poner nombre, apellido y edad. GRACIAS
El trabajo es remunerado
Jovenes (chicos y chicas) de 18 a 24 años con rasgos africanos que sean frescos, con habilidades artisticas o no
y con disponibilidad para realizar trabajos hasta el 15 de enero. Mandar foto y CV a joveneslamirada@gmail.com.
En el asunto del mail, deben poner nombre, apellido y edad. GRACIAS
El trabajo es remunerado
martes, diciembre 01, 2009
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