martes, marzo 27, 2007

Otro Frag,mento del el loco de GIBRÁN KHALIL GIBRÁN

EL GRAN ANHELO

Aquí estoy, sentado entre mi hermana la montaña y mi hermana la mar.
Los tres somos uno en nuestra soledad, y el amor que nos une es profundo, fuerte y extraño. En realidad, este amor es más profundo que mi hermana la mar y más fuerte que mi hermana la montaña, y más extraño que lo insólito de mi locura.
Han pasado eones y más eones desde que la primera alborada gris nos hizo visibles uno al otro; y aunque hemos visto el nacimiento, la plenitud y la muerte de muchos mundos, aún somos vehementes y jóvenes.
Somos jóvenes y vehementes, y no obstante estamos solos y nadie nos visita, y a pesar de que yacemos en un abrazo casi completo y sin trabas, no hemos hallado consuelo. Pues, decidme: ¿qué consuelo puede haber para el deseo controlado y la pasión inexhausta? ¿De dónde vendrá el flamígero dios que dé calor al lecho de mi hermana la mar? ¿Y qué torrentes aplacará el fuego de mi hermana la montaña? ¿Y qué mujer podrá adueñarse de mi corazón?
En el silencio de la noche, en sueños, mi hermana la mar susurra el ignoto nombre del dios flamígero, y mi hermana la montaña llama a lo lejos al fresco y distante dios-torrente. Pero yo no sé a quién llamar en mi sueño.
Aquí estoy sentado, entre mi hermana la montaña y mi hermana la mar. Los tres somos uno en nuestra soledad, y el amor que nos une es en verdad profundo, fuerte, y extraño...

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